YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS EN VALLECAS

Desde los estudios de Pérez de Barradas y Openhoimmer realizados en las canteras de Vallecas, allá por 1929, ha corrido mucho y también  se ha avanzado algo en la investigación de los poblados prehistóricos, de la edad de hierro, y de fauna y flora de los dos distritos.

En las canteras de Vallecas situadas en las cercanías del Cerro Almodóvar y junto a las vías que recorren todo el espacio que va desde Entrevías a Villa de Vallecas se han encontrado restos de animales domésticos y de utensilios de los primeros habitantes de Vallecas.

En el museo de Ciencias Naturales han elaborado unos dibujos en donde se reproducen los tipos de animales que alegraron el cuerpo a nuestros antepasados. Un caballo con cuerpo de cebra, el “Tryceromeryx pachecoi”. Un mamut enano con la trompa recortada y fuertes defensas el Gomphotherium, pero también tigres, rinocerontes, ciervos y lobos-hienas.

Junto a estos animales, útiles para la comida del hombre del paleolítico superior, se dieron formas de vida humana, asentamientos de pequeños poblados de hombres y mujeres que utilizaban el sílex, tenían rudimentos de la fabricación de herramientas, disponían de algunos animales domésticos y comenzaron a poner adornos a la cerámica doméstica que con gran profusión ha ido apareciendo en todas las excavaciones realizadas en el barrio.

Además del yacimiento de las canteras de Vallecas, abandonado desde 1935 y con restos arqueológicos depositados en el Museo de Arqueología de Madrid, los investigadores han trabajado en otros puntos de nuestra geografía, a los que parece interesante referirse. Se trata del yacimiento de la primera edad de hierro en el Cerro de San Antonio y de la Loma de Chiclana, ambos en el distrito de Puente de Vallecas.

Del primero, denominado San Antonio del Cerro (topónimo e Los Llanos), está situado detrás de MercaMadrid, en terrenos agrícolas que ocupan la planicie interior de un cerro enclavado en la margen izquierda del Río Manzanares. Las últimas excavaciones conocidas datan de 1985 y el informe de 1991. Los arqueólogos que trabajaron el proyecto fueron la Dra. Martínez Navarrete, el Sr. Lobo, C Blasco, R. Lucas y A. Alonso y otros muchos profesionales de diferentes disciplinas.

Se trata de un Hábitat abierto. Anteriormente se habían encontrado restos del periodo campaniforme y materiales celtibéricos.

Este asentamiento es un poblado de estabilidad temporal. Con cabañas circulares, con postes de madera como armazón, cubiertas con ramajes y con pavimento de barro. A la entrada un pequeño porche y un pavimento de tierra batida.

Dentro de las cabañas un hogar, preparado con ladrillos de barro y piedras. Disponía de un almacén para guardar material de sílex.

Disponían de ovejas, cabras, vacas y cerdos. También han sido detectados caballos y burros y perros.

Raederas, pequeñas azadas, cuchillos, utensilios de barro, cuencos. La alimentación incluía la caza de conejos, ciervo, liebre, oso pardo, lagartos y aves.

La cerámica se la hacían ellos mismos, utilizando arcilla y colorantes rojos, a partir de minerales ricos en hierro. De zonas adyacentes es probable que s extrajese cobre y que se comerciase para lograr estaño. Hablamos de los siglos VI o VII (años 500 y 600) Hace pues la friolera de 1500 años.

El otro punto de atención es el poblado calcolítico de la Loma de Chiclana, del que también se han recogido suficientes muestras de interés  y que se encuentra en el centro del Puente de Vallecas.

La excavación fue iniciada en 1971 y paralizada en 1987. Los arqueólogos fueron M. Díaz Andreu, Corina Liesau, Kenia Muñoz y otros técnicos.

La zona está enclavada en el trozo comprendido entre la Avda. de Buenos Aires, el Parque Azorín y la calle Arroyo del Olivar. Su centro de interés se encuentra situado junto a la Iglesia de San Pablo, pudiendo ser de interés un perímetro de 5000 m2 desde ese punto. A esta esa fecha solo se habían excavado 241 m2 un 4,8% del total.

En esta excavación se han encontrado un poblado de cabañas, cerámicas, molinos de cereales, armas de sílex,  restos de animales domésticos, restos de caza, adobes, buriles, respadores, raederas, adornos de hueso. Despensas son destacables en todas estos poblados los basureros (huesos, restos de sílex...).

El poblado descubierto parece no muy estable, aunque esta precisión entre en contradicción con la existencia de muchos molinos de cereales, la fabricación de adobes y la existencia de basureros y despensas. No era un poblado con miedo a ser atacado. No disponía de defensas y estaba abierto, aunque conservara una situación elevada sobre el nivel general.

“La Loma de Chiclana parece haber sido un poblado calcolítico, no permanente con una economía doméstica de ganado vacuno y de ovicaprinos, cuyas gentes no desconocían la agricultura o por lo menos la recolección de plantea, y que en diversos momentos se asentaron en este lugar, estableciendo cabañas semi-excavadas en la tierra asociadas a estructuras del mismo tipo, aunque de menor tamaño, con funciones diferentes: taller, basurero, silo, etc”.

Si como se prevé están próximas a realizarse obras en el ferial de Buenos Aires y en las zonas limítrofes, parece razonable reclamar del Ayuntamiento el máximo control y la dedicación, durante al menos el tiempo que tarden en iniciarse las obras, a nuevos trabajos de prospección arqueológica que impidan la destrucción de los posibles asentamientos.

José Molina Blázquez.