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En 1895 nace Alberto
en Toledo. Hijo de un panadero ayuda a su padre en el oficio. Al trasladarse su familia
a Madrid, entra de aprendiz en una herrería y más tarde
en el taller de un escultor-decorador, donde permanece hasta 1915.
Dos años más tarde va destinado a Melilla, donde realizará sus primeras estatuas.En 1922 hace amistad
con el pintor uruguayo Rafael Barradas, al que más tarde reconocerá
como su maestro de iniciación en las artes plásticas:
«Para mí ha sido una gran suerte tratar a Barradas, genial
pensador en cuestiones plásticas, sus consejos me han sido muy
útiles.»Tres años más
tarde tiene lugar la primera Exposición de Artistas Ibéricos,
en la que Alberto recibirá los elogios de público y crítica.
Al cabo de dos años la Diputación de Toledo le concede una pensión
para consagrarse por entero a las artes plásticas.En 1936 numerosos artistas
marchan a París. Alberto escribe: «Palencia y yo quedamos
en Madrid con el deliberado propósito de poner en pie el nuevo
arte nacional, que competirá con el de París.»Y luego añade:
«Llegamos a la conclusión de que para nosotros no existía
el color, sino las calidades de la materia.»En 1939 se vió obligado
a exiliarse, viviendo en Moscú hasta su fallecimiento en 1962.
(Del catálogo
«Orígenes de la vanguardia». Galería Multitud) |