JUANJO

 

Entró en el mundo de la gimnasia por casualidad, por romperse una pierna. Eso le llevo a conocer a un entrenador de este deporte en las sesiones de recuperación y con el tiempo llegaría a ser campeón de España durante los años 70 y 71. Formó parte del equipo español siendo 24 veces internacional. En el 74 entró en el colegio Gredos de la Plaza Vieja y ahí consiguió llevar al club a los primeros puestos de la Comunidad. Dos de sus alumnos formaron parte de la selección nacional. Fue además uno de los fundadores de la cooperativa Gredos San Diego y cuando se abrió el centro de Madrid Sur se convirtió en responsable del Club Deportivo. Licenciado por el INEF, impartió clases de educación física hasta hace dos años cuando se le detectó un cáncer que terminó con su vida. Falleció el pasado 15 de junio. Tenía 55 años.


A los doce años se vino a Madrid desde su Vitoria natal. La Delegación Nacional de Educación Física y Deporte le concedió una beca para ingresar en la Residencia Joaquín Blume, donde se concentraba la flor y nata del deporte español, como Jesús Carballo, que con el tiempo llegaría a ser entrenador nacional de gimnasia.


El llegó a este deporte por una de esas casualidades de la vida. Así lo contaba en la revista, poco antes de inaugurarse el co- legio Gredos San Diego en Madrid Sur, donde dirigiría el club deportivo y daba clases de edu- cación física: "Di una mala caí- da y me rompí el fémur. El mé- dico me mandó a un gimnasio a recuperarme y allí me encon- tré con una persona que im- partía algunos entrenamientos de gimnasia deportíva. Poco después vino la selección na- cional a concentrarse en Vitoria un mes y yo sólo tenía 12 años pero sus responsables se fijaron en mi y me vine a Ma- drid con una beca".


En la residencia Joaquín Blume el más joven tenía 18 años y Juanjo, con 12, vestía pantalón corto. De ahí que desde su llegada le conocieran como "El peque". Pronto llegaron sus primeros éxitos. Durante cuatro años fue campeón juvenil y uno de los años fue nombrado mejor deportista juvenil de España. Después pasó al San Estanislao de Kostka y fue ocho veces campeón de España de clubes y campeón absoluto en los años 70 y 71.


Con 16 años es seleccionado por el equipo nacional debutando en Zaragoza en unos Juegos In- ternacionales doRde obtuvo me- dalla de oro en anilIas. Con el equipo nacional participó en Finlandia, Cuba o Inglaterra. Fue medalla de bronce en los Campeonatos del Mediterráneo du- rante dos años consecutivos y participó en dos Campeonatos de Europa y en los Mundiales de Dortmund y Ljubliana. Este es un somero resumen de sus éxitos.

COMPETIR EN SUELO DE CEMENTO


"Si hubiera yo tenido las pis- tas que hay ahora...", se lamenta- ba en la citada entrevista y aña- día: "Yo he llegado a hacer un campeonato de España en el an- tiguo Palacio de los Deportes donde el suelo era de cemento y el cuadrado de la pista estaba marcado con tiza. Al día siguiente tenías los tobillos hechos polvo.


Ruiz era un enamorado del mundo de la gimnasia. Cuando se retiró entrenó durante unos años "por amor al arte" a los chicos del colegio Gredos de la Plaza Vieja. Paralelamente a es- ta actividad obtuvo el título de entrenador nacional de gimnasia y se licenció en Educación Física en el INEF. Después impartió clases en la Alameda de Osuna y en el colegio San Estanislao de Kostka hasta entrar en el Gredos San Diego. Durante varios años simultaneó las clases de educa- ción física y la puesta en marcha del Club Deportivo Gredos San Diego con el cargo de director técnico de una escuela de gim- nasia deportiva en Coslada. So- bre la dureza de los entrenamientos comentaba: "Tú a dos chavales, uno de natación y otro de gimnasia, le pones todos los medios, y el primero al cabo de un año puede ser campeón de España. El segundo en ese tiem- po no está preparado ni para sa- lir en competición. Un entrena- miento de baloncesto lo puedes hacer en hora y media. En gimnasia necesitas un mínimo de tres".


Juanjo era todo vitalidad. Una persona que le gustaba estar al día, de conversación amena y de una gran formación humanística. Apasionado de la gimnasia, no por ello despreciaba otros de- portes. Hace dos años le detecta ron un cáncer que terminó con su vida, cuando acababa de cumplir 55 años. El 15 de junio se fue uno de nuestros mejores gimnastas y una excelente persona.