PACO VELASCO CAÑAS

1.945-2.003.

Un hombre siempre comprometido con Vallecas.

Nuestro querido amigo Paco nace en santo Domingo de la Calzada allá por el año 1.945. Su tierra siempre fue una constante referencia en su vida y en sus compromisos, aunque pasara grandes temporadas fuera de ella. Sus paisanos y sobre todo, su familia, fueron siempre su apoyo y su orgullo.

 

            Siendo un niño, a los diez años, ingresó en el Seminario Menor de Santo Domingo con los Padres Claretianos. Estudiante realmente destacado y brillante, se ordena al acabar los estudios de Teología en Salamanca cuando apenas cumplía los 25 años. Dada su preparación, sus superiores lo querían como formador de nuevas generaciones. Pero él, tenía clara ya desde entonces su idea de incardinarse en el mundo más real de los barrios y de los suburbios donde vivían en aquellos años los sectores más desfavorecidos de la nuestra sociedad.

 

            Con esta sensibilidad por lo popular, por las clases trabajadoras, desembarca lleno de ilusión, con varios compañeros claretianos más, en el Puente de Vallecas en la Parroquia de la Aurora, regentada entonces junto con la del Santo Ángel por los claretianos. Era el año 1.971 y enseguida inician un trabajo con los chicos del barrio a partir de la creación de varios grupos de "boys scout". También se situan en los otros campos de la actividad pastoral de la Parroquia, buscando siempre un acercamiento y sintonía con los vecinos del barrio en toda su problemática. Eran los tiempos difíciles de los finales del franquismo.

 

Este fue su rodaje en el mundo de Vallecas. Así, en el año 75 surge la posibilidad de subir al barrio de la Villota, para trabajar con un cura obrero, Guillermo Nevado que trabajaba de barrendero por la glorieta de Bilbao por las mañanas y atendía con gran dedicación su parroquia de San Ambrosio por las tardes. La iglesia era un barracón, al lado de la Avenida de la Albufera.

 

Vivían en  el bajo de la Avenida de la Albufera en el número 252. Ya entonces su casa era la casa de todos. Era la referencia de su trabajo, de su entrega y dedicación al barrio y a la parroquia.

 

Su compromiso social le llevó a participar allí donde se cocían los problemas de la gente. Por eso estuvo en las luchas por la remodelación del barrio, para erradicar el chabolismo y conseguir viviendas dignas para la gente. No olvidemos que en aquellos años la infravivienda era lo más habitual en el barrio. Los bloques eran lo más minoritario. Reuniones con los arquitectos, con la entonces abogada Paca Sauquillo.

 

Como anécdota de entonces se puede contar que en su parroquia se produjo la primera huelga de carteros que organizó C.C.O.O. junto con Carlos Jiménez de Parga. Cuando llegaba la secreta, se vestían de celebrantes para ocultar el verdadero cariz de aquella reunión.

 

Antes él había estudiado  Filosofía y ahora a la vez que todo ese trajín de la vida de barrio,  preparaba oposiciones de filosofía para la enseñanza en Institutos. No le costó sacarlas y su primera plaza fue nada menos que en Manresa. No le importó, consiguió que le hicieran un horario de clases que le permitiera estar casi tres días a la semana en Vallecas, de viernes a domingo, saliendo por la mañana del lunes para allá pues tenia las clases de ese día por la tarde. Dos años yendo y viniendo de Vallecas a Manresa.

 

Dos años después consiguió plaza en el Instituto de bachillerato "Felipe II" en Moratalaz. Desde entonces era frecuente verle ir y venir andando hasta y desde  él, por la calle Pablo Neruda, en la que vivió después hasta su prematura muerte.

 

Vallecas marcó su vida. Nunca se fue de ella. Sólo un día antes de su muerte partió ya inconsciente para morir en su querido pueblo.

 

Pero esto, no quiere decir que fuera una persona localista, ni mucho menos. Era una persona muy preocupada por la injusticia a nivel global, en especial en el tercer mundo. Por eso colaboraba asiduamente con una revista de tema africano, llamada "Umoya". Seguía con mucho interés y conocimiento la política nacional e internacional, pero siempre en la óptica de la injusticia y de la marginación de las capas sociales más desfavorecidas de aquí y de fuera.

 

Hará como uno dieciséis años, que se construyeron los nuevos locales de la Parroquia,  en la Calle de Los Riojanos nº 1 y como un año después se amplió con el ala en la que está ahora instalada la Escuela de Personas Adultas "Al Alba", que él creó y puso en marcha,  con la tarea entonces de mejorar el nivel cultural del barrio, a través de aulas  de alfabetización a otras de neo lectores y de Graduado Escolar, y con el tiempo se pasó a lo que hoy llamamos "Cursos Monográficos" sobre temas de Cultura, Arte, geografía, o temas sociales o políticos  de todo tipo para aquellas personas con interés por ellos.

 

Fue el animador incansable de la escuela hasta su muerte. Siempre estaba allí, después de sus clases de su "Insti" y siempre pendiente de todo, promoviendo todo tipo de actividades socio-culturales, incluidas excursiones y campamentos de convivencia de los adultos del barrio en el verano, además de las actividades infantiles y juveniles en el mismo sentido...

 

Amante de la música y con muy buena formación musical también creó grupos de solfeo y la charanga del barrio, en la que muchos chicos del barrio se han integrado después de aprender a tocar varios instrumentos. A él le gustaba la flauta y el saxofón. No lo olvidaremos con él y con su uniforme y gorra recorriendo el barrio y otros barrios donde les llamaban para ir a animar las fiestas. Su saxo se guarda con cariño en la charanga. Generoso siempre ayudó a comprar instrumentos musicales a aquellos que no podían.

 

Pero su vida y su trabajo incansable se vieron truncados de pronto por una dura enfermedad. Allá por el otoño de 1.999 empezaron los problemas serios. Tampoco se desanimó ante este nueva dificultad. Soportó dos operaciones de cabeza para hacer frente al tumor que se desarrollaba en ella, y luchó hasta el final con todas sus fuerzas, con todas las ganas de vivir que tenía pero con auténtica aceptación cristiana cuando debió vislumbrar que el mal era irreversible. Cuando ya no podía hablar, le gustaba que los amigos fuéramos a contarles lo que hacíamos y lo que pasaba en el barrio.

 

Hace ahora un año justo que se fue a morir en su tierra, en su pueblo.

 

Fue una persona de una fuerte personalidad, de un carácter fuerte, de una enorme creatividad, muy innovador en todo y muy polifacético. Abarcaba todos los campos, desde las manualidades para las que rea muy hábil, a la música, conferencias, charlas, etc. Pero si hay que destacar algunos de sus caracteres más sobresalientes, hay que señalar su enorme generosidad con todo lo suyo, su tiempo y su dinero. Era todo para todos. Su entrega era absoluta, hasta la extenuación. Le salvaba que era muy fuerte, porque su ritmo de trabajo era imposible de imitar o seguir.

 

Como final de esta reseña quiero destacar el binomio que fue su vida. Por un lado, un hombre profundamente creyente en un Evangelio que consideraba como una fuerza liberadora para las personas y para la sociedad. Por otro, era un hombre con un sentido muy laico de la cultura. Esta era considerada por él, otra gran arma para conseguir la liberación humana.

 

En este sentido era un cura muy atípico, muy poco eclesial, muy crítico con esta y con otras instituciones. Pero a la vez su compromiso humano y social brotaba de la profunda fe en el hombre y en el mensaje liberador de Jesucristo.

 

Fue fiel a sus ideas y a sus compromisos hasta el final. Su recuerdo es imborrable para todos los que convivimos, compartimos sus luchas y compromisos, le quisimos y soñamos con él en la posibilidad de un mundo más justo, humano y solidario. Hacen falta en nuestra sociedad testigos como él.

 

La tarea es ahora seguir con todo lo emprendido por él.

 

Rafael Valverde Maldonado. Vallecas. 7 de junio de 2.004. A un año de su partida.