órganos
de
expresión
escrita.
Centenares
de
poemas
aparecen
en
las abundantes
publicaciones
políticas,
sindicales,
militares,
etc.
Se
imprimen
en periódicos
murales,
en
octavillas
y,
en
ocasiones,
se
emiten
en
las
radios
y
por
medio
de
megáfonos
a
las
trincheras
enemigas.
El
general
Lister
cuenta
que él
alcanzó a
comprender
la
fuerza
de
la
poesía
cuando
los
poetas
iban a
las
trincheras
a recitar.
Afirma
en sus
memorias
que
“una
poesía
capaz
de
llegar
al corazón
de
los
soldados
valía más
que
diez
discursos”.
Los
poemas
más numerosos
adoptan
la forma
poética
más popular:
el
romance
en verso
octosílabo
que
tiene,
en
opinión
de
Antonio
Machado,
la cualidad
de
“contar
cantando”. La
poesía
oral
y el
espíritu
de
los
romances
sobreviven
desde
la
Edad
Media
para
cantar
historias
cotidianas
y sobre
todo
episodios
épicos
de
bandoleros,
la
guerrilla
anti-napoleónica,
las
guerras
carlistas,
las
campañas
de África
o
los
desastres
de
Cuba.
El
éxito
que
había
alcanzado
El
romancero
gitano
de
García
Lorca
colaboró
también
en
el
impulso
y modernización
del
romance.
El
especialista
Serge
Salaün
cuantifica
en
unos
quince
mil
lo
romances
publicados
entre
1936
y 1939
en
las
más de
500
revistas
y
periódicos
que
florecieron
en
todo
el
territorio
republicano,
escritos
por
unos
cinco
mil
autores,
entre
los
cuales
cerca de
un tercio
eran
poetas
noveles
y anónimos.
Se llegaron
a hacer
incluso
concursos
de
poesía
en
las
trincheras,
en
especial
durante
el asedio
de Madrid.
Se trata
de un fenómeno
sociocultural
probablemente
único
por
sus
dimensiones.
Buena
parte
de
esta
abundante
y
desperdigada
producción
literaria
nunca
ha
vuelto
a editarse,
otra
ha
sido
recopilada
en diversos
Romanceros
impresos
durante
la
guerra,
en
el
exilio
y
en
el
postfranquismo.
Una
de las
más
importantes
colecciones
es
la
titulada
Romancero
General
de
la
Guerra
de
España,
publicado
en 1937
que
incluye
trescientos
poemas.
Otras
recopilaciones
responden
a
los
títulos:
Poesía
de
guerra,
Romancero
de
la
Defensa
de
Madrid,
Romancero
del
Ejército
popular,
Romancero
libertario,
Romancero
de
la tierra,
Poemas
de guerra,
Poetas
en la
España
Leal.
Aparte
de
la
actividad
de
los
frentes,
los
temas
más
tratados
del
romancero
son
los
bombardeos,
homenajes
a
los
héroes,
los
campesinos,
las
mujeres,
las
brigadas
internacionales
y
las
madres
aunque
también
se utilizan
poemas
pedagógicos
sobre
intendencia
militar
o
principios
básicos
de
higiene.
Pero
sin lugar a
dudas,
el
tema
que se
lleva
la
palma
es
la
defensa
de
Madrid.
Contra
todo
pronóstico,
con
el
ejército
rebelde
a
las
puertas
de
la
capital
en
lo
que
parecía
una
ofensiva
final,
cuando
hasta
el Gobierno
de
la
República
había
abandonado
la
ciudad,
dándola
por
perdida,
la
Junta
de Defensa
fue capaz
de
detener
al
enemigo
desde
el
7 de
noviembre
de
1936
hasta
el
29 de
marzo
de
1939.