EN EL OTRO BANDO
|
Primer
número
de la
revista
VERTICE |
En
septiembre
1937,
en
la recién
estrenada
revista
Vértice,
editada
por Falange,
Millán
Astray,
publica
el artículo
Nuestros
verdugos.
Ejemplo
de esteticismo
clasista
tan
del gusto
de
los
fascistas
italianos.
“Sí,
nos
habían
declarado
la
guerra
a muerte,
porque
nuestras
casas
eran alegres
y risueñas,
porque
teníamos
libros
y
tomábamos
el
té, porque
recibíamos
a
nuestros
amigos
con
decoro,
porque
llevábamos
buenas
corbatas
y
habíamos
nacido
en casas
confortables,
porque
hacíamos
viajes,
porque
éramos
universitarios
[…],
el
descamisado
contra
el
cuello
duro
del
que
era
señor
porque
sí,
la suciedad
contra
la limpieza,
el que
se afeitaba
los
sábados
contra
el
que
lo
hacía
a
diario;
el
cerebro
estúpido
y tarado,
lleno
de
bazofia
socialista
y
de
partidas
de tresillo,
contra
el
noble
talento
del
estudioso
y del
lector”
[…]
“plebe
vil,
abyecta
y
chabacana
de
Madrid
¡tú
nos
has
perdido!
[…]
Tú, chusma
la peor
y más
irritante
de
todas
las
chusmas”.
Pero,
con diferencia,
donde más
se
concreta
y
crispa
el
sentimiento
de
animadversión
que
despertaba
Madrid
entre
los
enemigos
de
la
República
y
la
democracia
es
contra
los
suburbios
donde
vivía
la
población
obrera
inmigrante.
Así se
manifiesta
Edgar
Neville
en
el
número
de
diciembre
de
1937
de
la
revista
Vértice:
“esos
isidros
[…]
esas
gentes
de
fuera
que
habían
transportado,
como
gitanos,
sus pueblos
a tus
alrededores,
a
Tetuán,
a
Vallecas,
a
Las
Ventas,
y con
ellos
su rencor
y
su
envidia”.
Contra
esos
suburbios
y
su población
obrera
se vuelca
Agustín
de Foxá
en Madrid
de corte
a
checa:
“La
multitud
invadía
Madrid.
Era
una
masa
gris,
sucia,
gesticulante.
Rostros
y manos
desconocidos
que
subían
como
lobos
de
los
arrabales,
de
las
casuchas
de
hojalata
[…]
Mujerzuelas
de
Lavapiés
y
de Vallecas,
obreros
de Cuatro
Caminos…”
“En
la Gran
Vía,
en Alcalá,
acampaba
la horda;
visión
de
Cuatro
Caminos
y
de
Vallecas,
entre
los
hoteles
suntuosos
de la Castellana,
bajo
los
rascacielos
de la
avenida
del Conde
de
Peñalver”.
Los
barrios
obreros
de
Madrid,
los
más
castigados
por
los
bombardeos,
lo
más despreciados
por
la
buena
sociedad,
estaban
ahora
pletóricos
de
orgullo
por
la
firmeza y
dignidad
con
la que
defendían
Madrid.
Y
por
los
cantos
con
los
que
los
poetas
reconocía
su
resistencia.
María
Luisa
Carnelli
es
autora
de
cuatro
romances
en
los
que
aparecen
personificados
los
barrios
donde
viven
y de
donde salen
las
fuerzas
que
defienden
Madrid,
“Cuatro
Caminos”,
“Puente
de
Vallecas”,
“Ventas”
y “Puente
de Segovia”.
Los
cuatro,
aparecen
en
Romancero
de
la
guerra
de
España
y
fueron
publicados
en un
folleto
titulado
Cuatro
Caminos.
Poemas
Populares
de Guerra,
editado
por
el
Socorro
Rojo
Internacional. |